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  • En palabras de Michel Foucault “…Una sujeción real nace mecánicamente de una relación ficticia….”.Nuestro paso por las instituciones educativas de base, no sólo tiene un beneficio instructivo y capacitador personal, también sienta las bases para una sociedad futura mediante coerciones sutiles.
    El ejercicio de la disciplina supone un dispositivo que coacciona por el juego de la mirada; un aparato en el que las técnicas que permiten ver inducen efectos de poder y donde, de rechazo, los medios de coerción hacen claramente visibles aquellos sobre quienes se aplican.

    Pero el ejercicio del poder no debe agregarse del exterior, como una coerción rígida o como peso sobre las funciones que influye, sino que debe ser inducido en el sujeto un estado de consciente y permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento automático del poder.
    Este dispositivo automatiza y desindividualiza el poder. Cuyo principio es la distribución de los cuerpos, superficies, luces y miradas, más que en las personas que ejercen el poder. Basado en el diseño Panóptico de Bentham, Michel Foucault ha delineado las bases de la nueva “política del poder” denominada como “Panoptismo”.

    El panoptismo debe ser comprendido como un modelo generalizable de funcionamiento, una manera de definir las relaciones de poder con la vida cotidiana de los hombres.
    La eficacia del poder y su fuerza coactiva, han pasado en cierto modo al otro lado de la superficie de aplicación. El que está sometido a un campo de visibilidad, y lo sabe, reproduce por su cuenta las coacciones del poder; las hace jugar espontáneamente sobre si mismo; inscribe para sí la relación de poder en la cual juega simultáneamente los dos papeles; convirtiéndose así en el principio de su propio sometimiento.